27 Jan
27Jan


“No sé qué me pasa, yo no soy así, no me dan ganas de nada, no tengo ganas de levantarme, de arreglarme ni energía para trabajar, no quiero hablar con nadie y a la vez, esta sensación de soledad…” 

Esa es una posible señal de estar en depresión. Tal vez llega febrero y aún no te animas a guardar los adornos de la navidad. Lo que antes era importante ya no lo es, no nos gustan las actividades que antes disfrutábamos, nos alejamos de las personas que queremos y nos sentimos sin energía. Generalmente nos acompaña un sentimiento de tristeza profundo, no siempre sabemos por qué, y con ganas de llorar. El apetito disminuye y preferimos dormir, como esperando que al despertar la realidad sea diferente, pero claro, al estar desapareciendo todo lo que es gratificante y al aislarnos pues cada día vamos sintiendo con más intensidad que nuestra vida no tiene sentido. 

Cuidado! Mientras más tiempo permaneces en depresión descuidas todas las áreas de tu vida, puedes perder tu trabajo, tu relación de pareja, tener bajonazos en tus finanzas por baja productividad, se puede afectar tu salud física por abandonar el autocuidado…

La depresión suele tener múltiples causas o detonantes, contribuyen factores biológicos (como la herencia), pérdidas inesperadas (muerte de seres queridos), periodos prolongados e intensos de estrés, rasgos de tu personalidad (cuando eres perfeccionista y te frustras con facilidad) en fin, en cada caso particular suelen confluir varios factores para desarrollar un estado depresivo, lo más importante es que lo identifiques y busques ayuda. Existen tratamientos psicológicos efectivos para superar la depresión, aquí algunas recomendaciones (que no sustituyen la consulta con un profesional):

  • Sal de la cama temprano, arregla tu cuarto y báñate (para no caer en la tentación de permanecer debajo de las cobijas y además verte bien te hace sentir mejor)
  • Mantén un horario de comidas, seleccionando alimentos saludables
  • Evita el sedentarismo, elige la actividad física que más te guste
  • Aléjate de las sustancias psicoactivas (evita cigarrillo y alcohol)
  • No te aísles! Habla todos los días con algún amigo de confianza, cuéntale cómo te sientes y pregúntale como está (en la depresión nos encerramos en nuestro dolor emocional como si no existiera nada más)
  • Lo más importante: Realiza actividades que sean significativas para ti, no se trata de estar ocupado y “hacer por hacer”, se trata de establecer metas valiosas y hacer algo cada día para alcanzarlas.

Y claro está, si justamente no puedes emprender estos cambios porque no tienes la motivación,  déjate acompañar por un profesional de la salud mental quien evaluará tu situación personal, te ayudará a encontrar los factores que mantienen la depresión y te propondrá un tratamiento estructurado para recuperar tu estado de ánimo.


LILIANA CARVAJAL

Psicóloga

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